El agua del futuro: la desalinización como solución a la escasez hídrica

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La desalinización es el proceso mediante el cual se elimina la sal y otros minerales del agua salada, convirtiéndola en agua apta para el consumo humano, la agricultura o uso industrial. Este proceso se ha vuelto crucial en regiones con escasez de agua dulce, especialmente en zonas áridas o semiáridas donde las fuentes de este vital elemento son limitadas.

En un mundo donde el acceso al agua potable se está volviendo cada vez más incierto, la desalinización surge como una solución prometedora para combatir la escasez de este recurso vital. La tecnología, que convierte el agua salada en agua dulce, ha avanzado significativamente en las últimas décadas, ofreciendo múltiples beneficios para la humanidad.

Uno de los más inmediatos es su capacidad para proporcionar agua potable en regiones áridas o afectadas por sequías prolongadas. Este proceso no solo alivia la presión sobre los recursos hídricos tradicionales, sino que también reduce la dependencia de fuentes de agua subterránea y ríos que pueden estar sobreexplotados.

Jorge Sanhueza, director de Sustentabilidad y Asuntos Corporativos de Aguas Pacífico, se refirió al proceso que ellos llevan a cabo en la compañía indicando que, “el método que utilizamos para la desalinización de agua de mar es la osmosis inversa, que es un proceso ya bastante estandarizado y utilizado por más de 20.000 plantas desaladoras en el mundo. Lo importante es que en Aguas Pacífico tenemos la tecnología más desarrollada de esa osmosis inversa, lo cual permite ser más eficientes y también asegurar el cuidado del medioambiente”.

En la misma línea, Rafael Palacios, vicepresidente Ejecutivo de la Asociación Chilena de Desalinización y Reúso, Acades, se refirió a la importancia de este proceso en beneficio de la población y la crisis hídrica que afecta a Chile, señalando que “la desalación de agua de mar es una de las opciones que nuestro país tiene que considerar como medida de adaptación al cambio climático para alcanzar la seguridad hídrica”.

Dicho lo anterior, es que podemos entender que la desalación surge como una alternativa a futuro que podría garantizar la resiliencia hídrica del país, es por ello por lo que Palacios indicó que Chile destaca como el país que más intensamente utiliza fuentes alternativas no convencionales de recursos hídricos de América Latina. “Lo hacemos hace años y con muy altos estándares, sobre todo en una de nuestras principales industrias como es la minería”, señaló el vicepresidente ejecutivo de Acades.

Desalinización y Medio ambiente: equilibrio entre necesidad y sostenibilidad

En el ámbito medioambiental, aunque la desalinización no está exenta de desafíos, ofrece un beneficio crucial: la preservación de los ecosistemas acuáticos. Al reducir la demanda de agua de fuentes naturales, disminuye la presión sobre ríos y lagos que de otro modo podrían sufrir por la extracción excesiva. Este enfoque sostenible ayuda a mantener el equilibrio ecológico y protege la biodiversidad acuática. Humberto Díaz, Biólogo Marino de Universidad de Valparaíso indicó que “los organismos macro -más allá de 4 a 5 centímetros- no tienen ninguna posibilidad de entrar en estas captaciones, puesto que están diseñadas para succionar a una velocidad inferior a 0.15 metros por segundos y con esas velocidades, peces superiores al tamaño indicado no entran”.

En la misma línea, el académico indicó que se está implementando por parte de las plantas desalinizadoras, una cortina de burbuja que evita que los organismos mayores puedan entrar. “Se ha demostrado que permiten disminuir la cantidad de huevos y larvas de organismos comerciales, que puedan entrar durante el proceso”, concluyó Díaz.

A pesar de sus ventajas, la desalinización enfrenta ciertos retos, siendo uno de ellos, los residuos que deja el proceso de desalinización. Jorge Sanhueza, director de Sustentabilidad y Asuntos Corporativos de Aguas Pacífico, señaló que “el proceso no genera residuos que puedan dañar el medio ambiente y lo que hacemos es que para obtener el agua dulce tomamos, por ejemplo, dos litros de agua de mar y generamos un litro de agua dulce, devolviendo al mar un agua con una mayor concentración de sal. Eso es lo que denominamos salmuera, y que en no más allá de unos tres metros, vía difusores, vuelve a su concentración natural. Este proceso es lo mismo que hace normalmente la naturaleza cuando hay evaporación del agua de mar y luego vía lluvia vuelve a caer a los terrenos y se convierte en agua disponible” sentenció Sanhueza.

Es por todo lo anterior, que la desalinización del agua se está consolidando como una herramienta crucial para enfrentar la crisis global del agua. Su capacidad para proporcionar un suministro constante y fiable de agua potable, apoyar la agricultura y preservar los ecosistemas acuáticos la convierte en una solución valiosa. A medida que la tecnología sigue evolucionando, es probable que sus beneficios se amplíen, ofreciendo esperanza en un mundo que cada vez más depende de fuentes innovadoras de agua.